978-84-18998-71-3 Título
Ni dios, ni amo  
Autores Blanqui, Auguste           
Editorial Pepitas de Calabaza  Nº edición  Año  Abr/2024
Colección  Ensayo  Nº colección  Páginas  288 
 
Materias






Historia del Derecho y de las Instituciones
Encuadernación  Rústica 
Largo  210  Ancho  145 
Idioma  Castellano 
Estado
Sin stock
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  P.V.P. 
 
   22,50
 
 
Reseña del libro
La víspera de la proclamación de la Comuna de París, el gobierno reaccionario de Versalles hizo detener a Auguste Blanqui y rechazó la oferta de canjearlo por setenta y cuatro rehenes.
Para Thiers, devolver a Blanqui suponía otorgar a la insurrección «la fuerza de todo un ejército».
Auguste Blanqui imprimió el sello de su visión política a toda una época.
Lo hizo desde las alcantarillas de París y desde un buen número de prisiones, y su mensaje alcanzó —literalmente— los confines del universo.
Agitador, creador de sociedades secretas, arquitecto de revueltas, fundador de periódicos, teórico del socialismo...
La historia de los movimientos revolucionarios franceses es incomprensible sin su figura, que provocaba por igual el entusiasmo de sus partidarios y el terror de sus enemigos, y que creó un prototipo de revolucionario integral con el que tuvieron que medirse todos los que llegaron después.
La presente edición, que se abre con el prólogo redactado para la edición francesa por varios agentes del Partido Imaginario, que lo han revisado para esta ocasión, recoge una selección de los textos más representativos de este complejo personaje, entre los que destaca su manual de lucha insurreccional callejera titulado «Instrucciones para tomar las armas» y el que quizá sea su texto más bello e inspirado: «La eternidad por los astros». 
 
Bio-bibliografía del autor
Louis Auguste Blanqui (1805-1881) fue el mayor representante del socialismo revolucionario en Francia durante el siglo xix. Participó por primera vez en una insurrección durante los disturbios de París de 1827, y más tarde tendría un papel determinante en la revolución de 1848 y en la Comuna de 1871, aun estando preso. Su vida de insurrecto marcó el devenir del movimiento obrero francés, en el que tuvo un peso determinante. Gran conspirador, destacó por su labor en la creación de sociedades secretas, dentro de las cuales se formó una parte importante del movimiento revolucionario, y suyo es el famoso eslogan «Ni dios ni amo».